Tuesday, July 19, 2005

Ya no soy la misma. Invadida por la hermosa ceguera de un sol atado a mi cuerpo, permanezco aquí casi sin alma y sin embargo tan cerca, demasiado cerca de tus ojos aunque apenas por instantes. Aún así, o por eso mismo, obligada a soportar todo aquello que se calla, a enterrar contigo la posibilidad de una palabra desvanecida ya como sueño.Tú elegiste el camino que te lleva a Grecia, hacia aquella tu amada distante que relega mis pasos. Y durante ese viaje que no regresa a mí, dejaste a aquella que ha cambiado tanto, la dejaste envuelta en un velo hermoso para recordarle siempre a esa única sombra amada acercada a ti, en silencio.Lo único que he hecho es sentarme hoy a cavilar los pasos añejos ¿Será que también me amabas, que demasiado ruego tuyo era también el mío? Será que no tendré respuesta y que ha de quedarse para siempre mi frágil secreto guardado en la claridad de tus ojos.