Thursday, August 03, 2006
Hace varios días que terminó la Feria Internacional del Libro. Para mí acaba de concluir, creo que concluyó el mismo día que empezaba una búsqueda que me supo infructuosa, equívoca, la del libro de Pascal Quignard. Durante los tres días que asistí a la feria me encontré con mucha gente conocida en diferentes stands o por los pasillos, con algunos amigos que no veía hace mucho tiempo, con conocidos preguntando por algunos títulos que no imaginaba publicables y con otras tantas pequeñas, grandes, buenas o dolorosas anécdotas que prefiero guardarme. Sobre todo una que no alcanzaría a colocar en este blog, por lo privada.
Un viejo librero que parecía poseer muchísima experiencia y conocimiento en lo suyo y encontré por unos de los stands, me dijo que seguramente he de encontrar alguna vez dicho libro si voy a Madrid, el título es reciente y se publicó en esa ciudad, con que mire Ud. Señaló que en todo caso es improbable que encuentre al autor francés en alguna librería limeña pues la edición es demasiado reciente (2006) y la editora nada conocida en el Perú. Tal vez si sigue Ud. buscando, continuó. Se acabó, le dije, es una pena pero me siento bastante cansada como para continuar. Además me esperan en casa, pensé para mis adentros, además hay otras tantas cosas en la vida que buscar libros, entablar conversaciones, intentar despedidas apenas pronunciadas, establecer preguntas que no obtienen respuestas. Además, hay todo un mundo fuera de la feria del que me he olvidado durante demasiado tiempo, durante año y medio de escribir frente a un cielo con muchas lágrimas en los ojos. Muchas gracias por todo de todos modos, señor. El viejo librero sonrió y empezaba a recomendarme algunos otros títulos que no alcancé a escuchar pues le sonreía y me iba alejando del lugar con una sonrisa ajada.
No obstante el no poder encontrar el título de Pascal Quignard compré y tengo otros títulos por leer conmigo. Entre ellos: Saña, de Margo Glantz, editado por Sarita Cartonera; Abril Rojo, de Santiago Roncagliolo en Alfaguara; Humboldt, un libro de poesía de un querido profesor universitario, el italianísimo y bien recordado Biagio D`angelo publicado en la colección Hotel Hotel por Estruendomudo y El Pez que aprendió a caminar de la sencillísima Claudia Ulloa, también publicado por la joven editorial. También tengo en mi haber algunos títulos de tipo ensayístico como: El arte de confiar en los demás de James Pennerbaker; La comunicación no verbal de Flora Davis; Mito y realidad de Mircea Eliade; El espacio vacío. Arte y técnica del teatro de Peter Brook y La infancia recuperada de Fernando Savater, además de Franz Kafka o la soledad de Marthe Robert publicado en la Colección Popular del Fondo de Cultura Ecónomica de México. Con tantos libros y los que ya tengo en mi escritorio descansando la mona vacacional de la tesis, tengo para rato.
El libro de Claudia Ulloa lo compré por recomendación del propio Álvaro Lasso, un amigo y joven editor infatigable al que admiro por su capacidad de no cansarse cuando de libros se trata. La dedicatoria de su autora fue más que bella y emotiva, "Si eres amiga de Álvaro, también eres amiga mía", me dijo, con una mirada amable a la que correspondí con una sonrisa mientras la veía dibujar su dedicatoria con un lindo bolígrafo negro. Por cierto, el libro esta más que estupendo desde que empecé a leerlo. Para muestra un pequeño botón:
.:
quiero ser para ti una herida abierta en tu espalda, como un tajo perfecto sobre tu lienzo imperfecto.una herida que te arda, que se llene del pelo que se te cae, de las peluzas de tus sábanas, del tacto de tus abrazos ajenos. una herida del revés de tu cuerpo, de tu vida al derecho. una herida llena de tus naipes invertidos. quiero ser para ti ésa: tu herida profunda y secreta.
para poder ponerte alas cualquier día.
o
para convertirme en tu cicatriz sin sueño.
Sobre Humboldt qué puedo decir. Me gustan varios poemas que leí al azar, son cerca de 35 si no me equívoco, tal vez un poco más y están en edición bilingüe (italiano-español). Tendré que leerlo completo uno de estos días, sobre todo porque lo escribió un querido profesor al que no veo hace demasiado tiempo y al que encima acabo de descubrir como poeta. Una no termina de asombrarse cuando conoce a alguién y de pronto un buen día descubre una faceta desconocida de su actividad humana. ¡Vaya!, reconocer toda aquella poesía que no sabía que él guardaba dentro, me tiene sobrecogida. Ya citaré algunos poemas bastante bellos. He leído varios al azar pero aún me faltan muchos. De los que leí hay unos dos que creo no entender cabalmente . Mientras no lo logre haré con ellos como que practico fonética italiana al estilo de Rodríguez Mondoñedo, mi antiguo profesor de Fonética que hoy debe andar por las Unites. Decía él que todos los seres humanos somos capaces de emitir todos los sonidos de todos los idiomas del mundo, puesto que nuestra cavidad fonadora esta super bien equipada para hacerlo. De allí a que entendamos lo que se pronuncia fonéticamente, es otro cuento, uno que le competía a la Fonología, curso que no pude llevar al igual que nunca pude aprender italiano. ¿Capicci, profe? Bueno, en realidad estoy haciéndole un poquito de propaganda para que lo lean, ya conversaremos algún día. Trataré de aprender italiano sólo para leerlo en su original materno, aunque sé que cuando se trata de entender a los poetas, nuestras comprensiones siempre serán "aproximaciones", pequeñas idas y venidas sobre unos sentidos cuyas respuestas sólo el poeta posee.
Qué decir sobre Saña de Margo Glantz. Lo terminé de leer casi el mismo día que lo compré y aunque me faltan algunas páginas que quedaron perdidas en algún lugar, he quedado conmovida. Conmovida, pero sobre todo removida por la presencia en el Perú de una investigadora a la que admiro muchísimo. Ella es una de las principales sorjuanistas que incluyo en la bibliografía de mi tesis sobre Juana Inés de la Cruz. La admiro no sólo por lo que escribió, sino por lo que se atrevió a decir y pensar por cuenta propia sobre la monja, muy a pesar del estupendo libro de Octavio Paz, autor mexicano al que también admiro muchísimo. La admiracíón por ella, en mi caso, nace en principio por las cosas que escribe, después ha venido lo otro. Yo "conocí" a Margo por sus escritos sobre sor Juana, por las menciones varias que muchos de los investigadores, a los que acudo como auxiliares en mi tesis, realizan al respecto de su estudios; la conocí por toda esa suerte de conocimiento mediado que supone la obra escrita de un escritor o escritora. Pero, conocerla en persona fue llevar al más alto grado esa admiración. Ella es una mujer muy clara, con un buen sentido de la generosidad frente a proyectos solidarios como el de Sarita Cartonera, una mujer que se deja comprender y que además posee una personalidad interesante, cautivadora, y una presencia elegante en todos los sentidos. No la conocía como narradora y esta feria me ha servido para descubrirla, para saber más de ella. Además, para descubrir, también, que Pascal Quignard es uno de sus escritores preferidos. Creo que en México el escritor es mucho más conocido y leído que en el Perú. Espero hacerme de algunos títulos del autor muy pronto.
Saña es un sencillo y pequeño libro cartonero compuesto de varios títulos cortos. No es una novela, ni un libro de cuentos, ni nada parecido. ¿Qué es, entonces?, pues aún trato de encontrar la palabra exacta. Probablemente quienes podemos leerla, cedamos en principio al libro por la curiosidad, por la admiración que su persona nos causa. Después llegan otras gratas sorpresas. Me queda por leer sus libros Las Genealogías y Síndrome de naufragios, entre otros muchos. Mientras tanto me atrevo a copiar un poquito de su saña por aquí.
Soledad
Una vez hubo una virgen menopáusica que decidió liberarse tanto del adjetivo como del sustantivo y darse a la aventura como los personajes de Julio Verne. Sólo encontró al pájaro roc, el cual, según la leyenda, pone un huevo inmenso y blanco en el desierto, a cuyo pie la sombra es tan amarga como la soledad.
Un viejo librero que parecía poseer muchísima experiencia y conocimiento en lo suyo y encontré por unos de los stands, me dijo que seguramente he de encontrar alguna vez dicho libro si voy a Madrid, el título es reciente y se publicó en esa ciudad, con que mire Ud. Señaló que en todo caso es improbable que encuentre al autor francés en alguna librería limeña pues la edición es demasiado reciente (2006) y la editora nada conocida en el Perú. Tal vez si sigue Ud. buscando, continuó. Se acabó, le dije, es una pena pero me siento bastante cansada como para continuar. Además me esperan en casa, pensé para mis adentros, además hay otras tantas cosas en la vida que buscar libros, entablar conversaciones, intentar despedidas apenas pronunciadas, establecer preguntas que no obtienen respuestas. Además, hay todo un mundo fuera de la feria del que me he olvidado durante demasiado tiempo, durante año y medio de escribir frente a un cielo con muchas lágrimas en los ojos. Muchas gracias por todo de todos modos, señor. El viejo librero sonrió y empezaba a recomendarme algunos otros títulos que no alcancé a escuchar pues le sonreía y me iba alejando del lugar con una sonrisa ajada.
No obstante el no poder encontrar el título de Pascal Quignard compré y tengo otros títulos por leer conmigo. Entre ellos: Saña, de Margo Glantz, editado por Sarita Cartonera; Abril Rojo, de Santiago Roncagliolo en Alfaguara; Humboldt, un libro de poesía de un querido profesor universitario, el italianísimo y bien recordado Biagio D`angelo publicado en la colección Hotel Hotel por Estruendomudo y El Pez que aprendió a caminar de la sencillísima Claudia Ulloa, también publicado por la joven editorial. También tengo en mi haber algunos títulos de tipo ensayístico como: El arte de confiar en los demás de James Pennerbaker; La comunicación no verbal de Flora Davis; Mito y realidad de Mircea Eliade; El espacio vacío. Arte y técnica del teatro de Peter Brook y La infancia recuperada de Fernando Savater, además de Franz Kafka o la soledad de Marthe Robert publicado en la Colección Popular del Fondo de Cultura Ecónomica de México. Con tantos libros y los que ya tengo en mi escritorio descansando la mona vacacional de la tesis, tengo para rato.
El libro de Claudia Ulloa lo compré por recomendación del propio Álvaro Lasso, un amigo y joven editor infatigable al que admiro por su capacidad de no cansarse cuando de libros se trata. La dedicatoria de su autora fue más que bella y emotiva, "Si eres amiga de Álvaro, también eres amiga mía", me dijo, con una mirada amable a la que correspondí con una sonrisa mientras la veía dibujar su dedicatoria con un lindo bolígrafo negro. Por cierto, el libro esta más que estupendo desde que empecé a leerlo. Para muestra un pequeño botón:
.:
quiero ser para ti una herida abierta en tu espalda, como un tajo perfecto sobre tu lienzo imperfecto.una herida que te arda, que se llene del pelo que se te cae, de las peluzas de tus sábanas, del tacto de tus abrazos ajenos. una herida del revés de tu cuerpo, de tu vida al derecho. una herida llena de tus naipes invertidos. quiero ser para ti ésa: tu herida profunda y secreta.
para poder ponerte alas cualquier día.
o
para convertirme en tu cicatriz sin sueño.
Sobre Humboldt qué puedo decir. Me gustan varios poemas que leí al azar, son cerca de 35 si no me equívoco, tal vez un poco más y están en edición bilingüe (italiano-español). Tendré que leerlo completo uno de estos días, sobre todo porque lo escribió un querido profesor al que no veo hace demasiado tiempo y al que encima acabo de descubrir como poeta. Una no termina de asombrarse cuando conoce a alguién y de pronto un buen día descubre una faceta desconocida de su actividad humana. ¡Vaya!, reconocer toda aquella poesía que no sabía que él guardaba dentro, me tiene sobrecogida. Ya citaré algunos poemas bastante bellos. He leído varios al azar pero aún me faltan muchos. De los que leí hay unos dos que creo no entender cabalmente . Mientras no lo logre haré con ellos como que practico fonética italiana al estilo de Rodríguez Mondoñedo, mi antiguo profesor de Fonética que hoy debe andar por las Unites. Decía él que todos los seres humanos somos capaces de emitir todos los sonidos de todos los idiomas del mundo, puesto que nuestra cavidad fonadora esta super bien equipada para hacerlo. De allí a que entendamos lo que se pronuncia fonéticamente, es otro cuento, uno que le competía a la Fonología, curso que no pude llevar al igual que nunca pude aprender italiano. ¿Capicci, profe? Bueno, en realidad estoy haciéndole un poquito de propaganda para que lo lean, ya conversaremos algún día. Trataré de aprender italiano sólo para leerlo en su original materno, aunque sé que cuando se trata de entender a los poetas, nuestras comprensiones siempre serán "aproximaciones", pequeñas idas y venidas sobre unos sentidos cuyas respuestas sólo el poeta posee.
Qué decir sobre Saña de Margo Glantz. Lo terminé de leer casi el mismo día que lo compré y aunque me faltan algunas páginas que quedaron perdidas en algún lugar, he quedado conmovida. Conmovida, pero sobre todo removida por la presencia en el Perú de una investigadora a la que admiro muchísimo. Ella es una de las principales sorjuanistas que incluyo en la bibliografía de mi tesis sobre Juana Inés de la Cruz. La admiro no sólo por lo que escribió, sino por lo que se atrevió a decir y pensar por cuenta propia sobre la monja, muy a pesar del estupendo libro de Octavio Paz, autor mexicano al que también admiro muchísimo. La admiracíón por ella, en mi caso, nace en principio por las cosas que escribe, después ha venido lo otro. Yo "conocí" a Margo por sus escritos sobre sor Juana, por las menciones varias que muchos de los investigadores, a los que acudo como auxiliares en mi tesis, realizan al respecto de su estudios; la conocí por toda esa suerte de conocimiento mediado que supone la obra escrita de un escritor o escritora. Pero, conocerla en persona fue llevar al más alto grado esa admiración. Ella es una mujer muy clara, con un buen sentido de la generosidad frente a proyectos solidarios como el de Sarita Cartonera, una mujer que se deja comprender y que además posee una personalidad interesante, cautivadora, y una presencia elegante en todos los sentidos. No la conocía como narradora y esta feria me ha servido para descubrirla, para saber más de ella. Además, para descubrir, también, que Pascal Quignard es uno de sus escritores preferidos. Creo que en México el escritor es mucho más conocido y leído que en el Perú. Espero hacerme de algunos títulos del autor muy pronto.
Saña es un sencillo y pequeño libro cartonero compuesto de varios títulos cortos. No es una novela, ni un libro de cuentos, ni nada parecido. ¿Qué es, entonces?, pues aún trato de encontrar la palabra exacta. Probablemente quienes podemos leerla, cedamos en principio al libro por la curiosidad, por la admiración que su persona nos causa. Después llegan otras gratas sorpresas. Me queda por leer sus libros Las Genealogías y Síndrome de naufragios, entre otros muchos. Mientras tanto me atrevo a copiar un poquito de su saña por aquí.
Soledad
Una vez hubo una virgen menopáusica que decidió liberarse tanto del adjetivo como del sustantivo y darse a la aventura como los personajes de Julio Verne. Sólo encontró al pájaro roc, el cual, según la leyenda, pone un huevo inmenso y blanco en el desierto, a cuyo pie la sombra es tan amarga como la soledad.
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6 comments:
Excelente tu post, definitivamente quiero comprar el libro de Claudia Ulloa, lo haré cuando esté en Lima. Me encantaría leer tu tesis. Visita el blog de Jose Antonio Galloso, escritor peruano, está en la página de literatura.
Marea!, gracias por la visita y la recomendación. El blog de José Antonio Galloso si lo he leído, alguna vez él me visitó en alguno de mis blogs y desde entonces tengo su página entre mis favoritos. El libro de Claudia Ulloa es muy interesante, es su primera obra, según tengo entendido. La tesis la estoy escribiendo, si te interesa te avisaré cuando la termine y la sustente. Un beso grande para ti. Vanessa
Te devuelvo la visita a mi Blog, te cuento que la literatura es un placer olvidado que muero por retomar y que mejor que seguir las recomendaciones de libros que haces...gracias de nuevo...
Chowfan! muchas gracias por la visita. Me alegra que los libros que leo te interesen. Por favor, no olvides más ese placer por la literatura. Te seguiré leyendo.
Saludos.
Me parece estupendo que estes trabajando una tesis sobre sor juana. Es una de mis poetas favoritas, y aunque seguramente no poseo la misma versación que tú, sobre ella, disfruto muchisimo leer sus textos.
Te envio muchos saludos, y el mejor de los animos para que la tesis salga estupenda. Al igual que tú yo preparo una pero para graduarme pero de abogado.
Hola Herber!, me alegra mucho saber que los intereses míos sobre sor Juana también son compartidos por otras personas. Es una poeta y escritora exepcional.
Me alegra que disfrutes leerme, muchas gracias por los saludos y muchísima suerte en tu tesis futuro señor abogado.
Vanessa
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