"En su primera obra -Tropismos-, Nathalie Sarraute mostraba ya cómo las mujeres pasan su vida comulgando en el lugar común: "Ellas hablaban: Hay entre ellos escenas lamentables, disputas sin ningún motivo. No obstante debo decir que a quien compadezco es a él. ¿Cuánto? Pues, por lo menos, dos millones. Y eso nada más que por la herencia de la tía Josefina... No... ¿Cómo quiere usted tal cosa? No se casará con ella. Lo que le hace falta es una mujer de vida interior... De vida interior... De vida interior..." Siempre se les había dicho eso, siempre lo habían oído decir, ellas lo conocían; los sentimientos, el amor, la vida, allí estaba su dominio. Les pertenecía."

Sartre, Jean-Paul. Prefacio a Retrato de un desconocido, de Nathalie Sarraute. En: Literatura y vida. Situations IV. Buenos Aires: Editorial Losada, 1996. pp. 11