Friday, December 01, 2006

Recuerdos de la Alhambra- Ginastera

Nuevo mes. Noviembre no todos los días fue dulce conmigo, pero fue y lo viví, dormí, bebí,soñé, cené, lloré, reí minuto a minuto. Días de sol entrelazados con una neblina que tarda en irse, un paseo por la playa y a espantar gaviotas en la orilla del mar mirándote correr. Tú, la hermana de los pies descalzos inquietantemente blancos y buenos para sumergirse en las olas que mueren en la playa, estás allí conmigo, me dejas arrojar solita algunas piedras al mar, compartes mi silencio, el reconocimiento del macho entre la bandada de gaviotas criollas que caminan en la arena cuando me dirigo a ti. Las hembras numerosas cerca nuestro, un poco al lado de la algas varadas en la orilla, nos miran sin temor. Noviembre son unos cuantos niños corriendo con una pelota entre las manos y el correr nuestro, también, corrernos de la olas, y con ellas.
Le hice adiós a noviembre ayer. Lo despedí asi despacio con la mano, adiós noviembre, adiós noviembre, adiósssssss meláncolico y dulce noviembre, tal vez nos veamos el próximo año, le susurre bajito, lento. Pero creo que ya sin saberlo empezé a despedirme aquél sábado mientras escribía un verso en la arena con esa pluma olvidada por alguna de esas aves que nos miran Patricia, que aún nos miran. Me dices que es extraño, que este invierno no vinimos a visitar el mar, a caminar por la orilla. Tal vez sea que importa poco alcanzar una puesta de sol cuando al ocaso le falta astro, cuando cierta neblina se empeña en cubrirlo todavía adentro. Faltó mamá, el Javier callado y zambullido en las olas frías. Ninguna visita al mar, ni en el otoño, te diría yo, pero callé. Tal vez lo olvidamos o lo evitamos, o tal vez sea que seguimos creciendo y cada año es inevitablemente distinto y las cosas cambian, el dolor nos cambia.
Le susurre bajito un tal vez a noviembre, para no matar la esperanza tan pronto. No sé si alcanzaría a escucharme, ¿sabes? Nunca sé. Tal vez no sea extraño monologar a solas, no saber qué otros caminos hay del otro lado, tal vez no sea raro no saber qué nos aguarda. De noviembre queda esa playa que no será la misma la próxima vez, varias canciones que escuché a solas o contigo, algunos buenos días de sol y un poco de neblina que se irá disolviendo. Escuché cierta guitarra antes, mucho tiempo atrás, pero hoy dejo a Ginastera en una pieza que acompañe los recuerdos.

Te quiero Patty, gracias por quedarte.

3 comments:

OMAR ZEVALLOS said...

Oe tía, mucho rollo escribes... jajaja.. te cuento que reactivé mi blog de vinos... le das una mirada?
http://omarzev.blogspot.com/

Besos
Omar

Anonymous said...

Precioso texto, Vanessa, yo creo que noviembre acudirá a su cita contigo el año entrante, sólo para que le dediques de nuevo otras palabras.
Un beso.

Vanessa Soldevilla said...

Abue!!, si pues y parece que ni con sesiones en el Gold Gym se acabarán los rollos "). No tengo remedio abuelito, ya sé que igual me lees y llegas a la última línea, jajaja.
Espero que te haya gustado Ginastera al menos, vuelvo a mi etapa "melodiosa". Le haré un enlace a la de los vinitos. Qué tal "Los vinos de mi abuelo"? "D
Veo que estuviste por mi casa, un beso y a ver si me sacas de mi ignorancia y aprendo a tomar otras cosas que no sean un buen borgo;a o vino dulce. Muases

Gabriela, muchas gracias por tus palabras. Y no sé, a lo mejor alguna cita se cumple. Mi cita con el mar de hecho que sí. En el perú pronto se viene el verano, espero tomar algunas fotos cuando salga mejor sol y postearlas. Cari;os Gabriela!!!! sé que existes detrás de ese otro lado de la pantalla.

Vanessa