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PTfY: Lorenzo, ¿qué tanta importancia le das a la música en tu vida?LH: En verdad es bien difícil que me ponga a escuchar un disco. No tengo tiempo para hacerlo. A veces pongo música para que el ambiente no esté tan callado. Si me quiero relajar prefiero ver una película. En verdad lo último que conozco de música es Coldplay, los vi en vivo en Washington hace poco. También me gusta la música en español de los 80’s, sé las letras, me gusta cantarlas. ¡Me gusta cantar! Me gustan Los Prisioneros, Charly García. Si compro un disco es un casi siempre un disco antiguo. Lo último que me he comprado es Cómplices. Osea no he evolucio-nado mucho, me he quedado con los dinosaurios.
PTfY: ¿Te gustan grupos peruanos (ojalá que no digas los Nosequién)? LH: Lo de Mar de Copas, a veces los escucho. Líbido me parece bueno. Pero en verdad no he escuchado mucho rock peruano.
PTfY: ¿Podrías asociar canciones con escenas de tu vida? LH: No sé. Tal vez alguna canción de Silvio Rodríguez con una mujer, eso sí. O más bien puedo asociarla con etapas de mi vida. Cuando estaba en el colegio escuchaba Hombres G, El Tri. Me trae recuerdos. Y ahora no siento mucho esa necesidad de buscar nueva música. Pero lo que sí me parece importante de la música es en lo que yo escribo, buscando cierta musicalidad en la poesía. La musicalidad en un poema es importante. Uno siempre busca ese ritmo o armonía dentro del poema.
PTfY: ¿Cuando eras niño te gustaba escuchar la música de Yola, de Parchís?LH: A Yola no la soportaba. Odiaba ese programa desde niño. Algunas can-ciones las recuerdo y a veces las canto pero burlándome de eso. En verdad eso no me trae buenos recuerdos. Las burbujitas eran para sopapearlas.
PTfY: ¿Qué te parece el proyecto de Watanabe y Rafo Ráez? Donde el poeta escribe letras para canciones, o el compositor toma poemas para musicalizarlos.LH: No lo he escuchado... En verdad esos proyectos no me parecen nada malos. Hay gente que no le gustaba que Serrat musicalizara los poemas de Machado, pero a mí me parece completamente válido. Es la manera en cómo la poesía puede llegar a otro público.
PTfY: ¿Crees que la palabra gana emoción con la música? LH: Sí, de hecho que sí. La música es un apoyo siempre. Incluso una letra mala te puede llegar a gustar si hay una música persuasiva.
PTfY: ¿Alguna canción te ha emocionado fuertemente? ¿Algún disco?LH: Claro, por ejemplo la canción de Silvio Rodríguez, Oh Melancolía, es super triste. Definitivamente si uno está mal, entonces con esa canción te llegas a emocionar. Te sientes solo, melancólico. O la música de la película Cinema Paradiso. Me acuerdo que en una época ponía la música y me sentía pésimo. Es una de las películas que más me gusta. La música me hacía recordar escenas de la película, de la emoción que me producía la película. Siempre escucho Mecano, me encanta. Y algo que me parece absolutamente genial es The Wall de Pink Floyd, y siempre vuelvo. Y también a la película. Para mí es lo máximo. La música y las letras son geniales, depresivas. Definitivamente te golpea. El The Dark Side of the Moon también me gusta. Ahí está la canción Time que es alucinante. PF tiene otra canción Shine on You Crazy Diamond que tiene una introducción instrumental como de 5 minutos y es alucinante. Te emociona ese instrumental... Lamentablemente un día se metieron a mi casa y se robaron todos mis discos de ellos, fue todo un drama.
Los dos chanchitos (de El amor en los tiempos del cole)
tal vez, hermosa, el error fue
haber construido nuestros días
sólo con la húmeda y frágil
madera de los sueños.
PTfY: ¿Tocas algun instrumento?LH: De niño quería ser violinista. Empecé a tocar flauta dulce, para saber cómo leer las notas y luego entrar al violín. Ahí me dijeron te lo compro pero si en verdad quieres tocar. Entonces en vista de tal presión dije que no. Y así se frustró mi carrera de violinista. No quería tener esa responsabilidad. Luego traté de aprender a tocar piano, pero no pude por la posición de las notas en clave de Fa. Estando en la universidad quise aprender a tocar guitarra. Pero me frustré cuando llegué al puente, sonaba horrible. Una vez hice una canción con las cuatro notas que sabía, todo un mamarracho. Aunque sí me hubiese gustado escribir letras y hacer la música.
PTfY: ¿Alguien te ha escuchado?
LH: ¡No!
TfY: ¿Qué otra música te gusta?
LH: Me gusta los valses criollos. Canto valses
PTfY: ¿Otro karaoke en especial?
LH: Alguna de Montaner, Franco de Vita
PTfY: ¿Te gusta la radio?LH: No, no la escucho para nada. No me gusta que elijan por mí, no me gusta la idea de elegirle una canción al resto.
Lorenzo abandonará Lima en unos días pero nos obsequia un nuevo libro: Insomnio, que se suma a otro títulos como El amor en los tiempos del cole (2000) o Boletos (1993).
The end
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(Post-pospuesto el 14 de agosto del 2004)
Muchas gracias a la sinorigna de las Apostillas. Sin ti, Magda, hoy no sería posible el regreso, los cambios, venir a una casa renovada, con paredes nuevecitas, con la elección adecuada en el matiz de sus colores, tan suaves y dóciles a mis ojos. Gracias por ayudarme a colgar ese precioso cuadro que embellece mi sala y la llena de ese mar que prefiero. Cruzarla, entrar a cada una de mis habitaciones personales implica siempre conocerme en el transcurso. Aun con todos los cambios, el corazón sigue siendo el mismo, y las mismas, también, las ventanas de siempre.
Y no me olvido. También debo dar gracias a Susan Ricalde y a César Pérez-Albela, amigos que me acompañaron esta tarde y las otras en las que empezaron a nacer renovaciones y cambios a través de ciertas ventanas. Gracias César por regalarme ese cuadro, el que luzco en mi sala virtual, y el otro que luce motivos marinos y está compuesto por barcas que embellecen las paredes blancas de mi habitación real. Y miles de gracias Su, por las conversaciones en la madrugada que tanto bien le hacen a la vida y, sobre todo, a esa parte de la casa que está en el centro de nosotras mismas, a aquella que nos habita y llamamos alma.
Cariños sinceros para ustedes.
Vanessa
*La hermosa fotografía de este post pertenece a Vanessa Schwark
Kolumna Okupa, de Rocío Silva Santisteban
Moleskine Literario, de Iván Thays
Libros, de Javier Ágreda
La Soledad de la Página en Blanco, de Camilo Fernández Cozman
Lado B, de Juan Carlos Bondy
Haltestelle Iberoamerika, de Ute Petsch, Maja Schweiger et al.
Literatambo, de José Carlos Contreras
Gran Combo Club, de Silvio Rendón, Daniel Salas et al.
El Lápiz y el Martillo, de Javier Garvich
Letra Capital, de Carlos Sotomayor
La Peña Lingüística, de Miguel Rodríguez Mondoñedo
José Antonio Galloso, * de José Antonio Galloso
Notas Canarias, de Fernando Velásquez
Amores Bizarros, de Max Palacios
La Fortaleza de la Soledad, de Gabriel Ruiz Ortega
Tanque de Casma, de Ernesto Carlín
Letras Lesivas, de Luis Ángel Pardo
Borrones y Otros, de Vanessa Soldevilla
Mundo de Teatro, de Carlos Vargas Salgado
Enfrentados, de Jorge Malpartida Tabuchi
Puente Aéreo, de Gustavo Faverón
Quipu, de Gustavo Faverón